Fenómeno del Niño en Ecuador: Comparación y predicción
El Fenómeno de El Niño en 2023
El llamado Fenómeno de El Niño o FEN se espera que llegue a las costas de Ecuador entre noviembre y diciembre de 2023, con su pico máximo de lluvias pronosticado para febrero y marzo de 2024. Este fenómeno, caracterizado por el calentamiento de la superficie del océano Pacífico ecuatorial, ha generado alerta entre científicos, autoridades y ciudadanos. Conocido como el rey de los eventos climáticos, se produce en promedio cada dos a siete años.
Según la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el Fenómeno del Niño ya se ha gestado en el Pacífico y se anunció a principios de junio de 2023, después de varios meses de informes meteorológicos que indicaban una etapa neutral del fenómeno.
Expertos de la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL), como el oceanógrafo Franklin Ormaza, han confirmado que el evento climático arribará a Ecuador en los próximos meses, pero aún se desconoce su intensidad y los efectos que podría causar.
Comparación con los fenómenos del Niño de 1981 y 1997
El fenómeno del Niño ha impactado a Ecuador en el pasado, siendo especialmente devastador en los años 1981 y 1997. En la década de los 80, este fenómeno causó daños por un total de USD 650 millones en el sector productivo del país. En ese entonces, la ciudad de Guayaquil experimentó una precipitación acumulada que superó los 4.000 milímetros cúbicos de agua.
Posteriormente, en 1997, fuertes lluvias azotaron Santa Rosa, en la provincia de El Oro, causando el desbordamiento del río del cantón y dejando víctimas mortales y evacuados.
Ante la alerta de un posible evento del Niño, los servicios de meteorología de diversos países, incluyendo Perú y Australia, han emitido sus predicciones. Australia sigue de cerca la temporada debido al impacto del fenómeno en la Gran Barrera de Coral, la cual se calienta y pone en riesgo la supervivencia de los corales en aguas tibias. En Asia, se producen violentos monzones que pueden provocar inundaciones en países como Pakistán.
Alteraciones en el clima desde el 2022
En Ecuador, el fenómeno de la Niña, que generalmente se asocia con una menor cantidad de lluvias en la costa del país, ha presentado alteraciones en la distribución del agua lo que advertia desde años posteriores que se acercaba un gran vuelco y cambios climaticos en sur america, posiblemente intensificando mas el fenomeno del niño.
Según el director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), Juan José Nieto, las intensas lluvias registradas en marzo de 2023 son resultado de esta alteración en la distribución de las precipitaciones. El invierno actual ha acumulado una cantidad de lluvia equivalente a cuatro o cinco meses, desde diciembre hasta mayo solo se redujo en el mes de junio y el pico de la estadistica ante las nuevas lluvias de julio sobrepasa a las lluvias registradas durante la epoca de 1997, se esta cargando un super Fenomeno del niño a nivel global!.
Conclusiones y predicciones
El Fenómeno del Niño de 2023 se acerca a las costas de Ecuador y se espera que tenga un impacto significativo en varias provincias del país. Basándonos en las experiencias pasadas con los eventos del Niño en 1981 y 1997, donde se registraron daños millonarios y desastres naturales, es fundamental tomar medidas preventivas para mitigar los efectos adversos.
Entre las provincias que podrían ser afectadas de manera significativa se encuentran Guayas, Esmeraldas, Manabí, El Oro, Los Ríos y Santa Elena, debido a su ubicación geográfica y su exposición a las lluvias intensas y desbordamientos de ríos. Estas áreas deben estar preparadas para hacer frente a posibles inundaciones, deslizamientos de tierra y daños en la infraestructura.
s crucial que las autoridades y la población estén alertas y tomen las medidas necesarias para proteger vidas y propiedades. Se deben implementar estrategias de evacuación y refugio seguro, así como fortalecer la infraestructura de drenaje y los sistemas de alerta temprana. El fenómeno del Niño es impredecible en cuanto a su intensidad y duración. Sin embargo, gracias a la estadística y programas de inteligencia artificial, se pueden realizar predicciones más precisas. Siguiendo todos los datos anteriores y sumándolos a la actividad solar del ciclo número 25, se estaría anticipando un fenómeno más fuerte. Es necesario monitorear constantemente el calentamiento de las aguas del mundo y contar el aumento de áreas activas en el sol. Aunque el calentamiento global sigue en aumento sin reducciones significativas, obtenemos resultados perturbadores. El impacto del fenómeno del Niño puede ser significativo y duradero. Por eso, la colaboración entre científicos, autoridades y la comunidad es fundamental para mejorar la capacidad de respuesta y adaptación frente a este fenómeno climático.
Ante la incertidumbre y los desafíos que plantea el Fenómeno del Niño de 2023, es esencial adoptar un enfoque proactivo y trabajar en conjunto para minimizar sus efectos y proteger a la población y al medio ambiente.
El sol y el Fenòmeno del niño
Los estudios han demostrado que el ciclo solar puede influir en la intensidad de los eventos de El Niño. Durante la fase activa del ciclo solar, cuando el campo magnético del Sol es más fuerte, hay una tendencia a que ocurran eventos de El Niño más intensos. Esto se debe a que el campo magnético más fuerte puede interrumpir los vientos alisios, que son los vientos que normalmente soplan de este a oeste a través del Océano Pacífico. Cuando los vientos alisios se debilitan, el agua cálida en el Pacífico occidental puede fluir hacia el este, lo que provoca que el fenómeno de El Niño se intensifique.Por otro lado, durante la fase inactiva del ciclo solar, cuando el campo magnético del Sol es más débil, hay una tendencia a que ocurran eventos de El Niño menos intensos. Esto se debe a que el campo magnético más débil no interrumpe tanto los vientos alisios, por lo que el agua cálida en el Pacífico occidental no fluye hacia el este con tanta facilidad.
La relación entre el ciclo solar y El Niño aún no se comprende por completo, pero los científicos creen que es un factor importante para determinar la intensidad de estos eventos. Este conocimiento podría ayudar a los científicos a predecir mejor los eventos de El Niño y sus posibles impactos en los patrones climáticos de todo el mundo.Los investigadores han identificado una posible conexión entre los ciclos solares y la presencia de El Niño o La Niña. Un estudio reciente sugiere que los rayos cósmicos, influenciados por el campo magnético del sol, podrían desempeñar un papel en la transición entre estas fases climáticas. La investigación indica que los eventos de terminación de los ciclos solares, caracterizados por una disminución de los rayos cósmicos que llegan a la atmósfera de la Tierra, están asociados con el cambio de El Niño a La Niña. El estudio explora la naturaleza eléctrica de este mecanismo desencadenante y su impacto en las condiciones atmosféricas. Si bien aún no se comprenden completamente los mecanismos específicos que subyacen a la relación entre la actividad solar y El Niño/La Niña, los científicos esperan que una mejor comprensión de esta conexión pueda mejorar la preparación para desastres y los pronósticos climáticos a largo plazo.
Año | Daños estimados (USD) | Principales ríos afectados |
---|---|---|
1981 | 650 millones | Guayas, Daule, Babahoyo |
1997 | N/A | Río Santa Rosa |